EL MERCADO CAMBIARIO Y EL TIPO DE CAMBIO

Cuando se cambia una moneda por otra se emplean un tipo o tasa de cambio, es decir, el tipo de cambio es el precio de una moneda en términos de otra unidad monetaria. Por ejemplo, si se dice que el tipo de cambio del peso con respecto al dólar es $295 por dólar, esto quiere decir que el precio de un dólar es $295. También podría expresarse el tipo de cambio del dólar con respecto al peso, lo que sería el recíproco de la relación anterior, es decir US$0.0033 por cada peso.
El mercado cambiario o mercado de divisas es el mercado en el cual se transan las distintas monedas extranjeras. Este mercado está constituido por una gran cantidad de agentes alrededor del mundo, que compran y venden monedas de distintas naciones, permitiendo así la realización de cualquier transacción internacional. Riehl (1987) afirma que "no es una localización geográfica" (p.491), más bien, está compuesto por un conjunto de agentes, demandantes y oferentes de divisas, quienes se hallan en distintos sitios alrededor del mundo y que se comunican haciendo uso del teléfono, de redes informáticas o de otros medios tecnológicos.
El mercado de divisas es un mecanismo que permite, de un modo impersonal y eficiente, poder adquirir divisas, facilitándose con esto el comercio internacional, pues se transfiere poder de compra de una moneda a otra, pudiendo así los agentes de un país realizar ventas, compras y otros tipos de negocios con los agentes de otras naciones. De ese modo, recurren al mercado cambiario exportadores, importadores, turistas nacionales en el exterior, turistas extranjeros en nuestro país, inversionistas, etc.
El mercado cambiario juega un papel importante para el adecuado desenvolvimiento de los agentes económicos en sus transacciones internacionales, y, en general, para toda la economía. En este sentido se puede decir que su principal función es la de ser un mecanismo a través del cual se puede adquirir poder de compra en una moneda extranjera, es decir, brinda la posibilidad de efectuar pagos denominados en unidades monetarias de otras naciones. Puede notarse la importancia de esta función del mercado cambiario dentro de las relaciones económicas externas, pues como dice Spencer (1976), en referencia a los mercados de divisas, "sin ellos el comercio internacional quedaría limitado prácticamente al trueque" (p.584).
Por otro lado, realiza una función de crédito en el sentido de que gran cantidad de las transacciones internacionales se efectúan empleando las facilidades de crédito que brinda el mercado cambiario. Esto es necesario debido a que las mercancías requieren de cierto tiempo para ser trasladadas de un país a otro, esa es la razón por la que se ha creado una serie de mecanismos como cartas de crédito, letras de cambio, entre otros.

Estructura y organización del mercado cambiario

En el mercado de divisas actúan una serie de agentes, que la mayoría de los autores coinciden en pueden clasificarse como:

* Empresas no financieras (exportadoras, importadoras, etc.) o bien, turistas, inmigrantes, etc.,
* Bancos comerciales
* Bancos Centrales.
* Corredores de cambio.

De ese modo, los empresarios, turistas, etc. son los demandantes y oferentes finales de divisas. Normalmente estos agentes no comercian entre ellos, e incluso, no tienen contacto alguno, sino más bien, lo que sucede es que éstos compran o venden divisas, según sea el caso, a los bancos comerciales prioritariamente. Estos últimos son en realidad los principales agentes del mercado cambiario.
Así cada banco comercial posee una cierta cantidad de divisas diferentes para cambiar unas por otras. Además, los bancos mantienen cuentas en otros, de diferentes naciones, para poder llevar a cabo las transacciones de sus clientes. En este sentido los bancos comerciales cumplen una importantísima función al actuar como intermediarios entre oferentes y demandantes de monedas extranjeras, sin embargo, se puede dar el caso de que un banco acumule más divisas de las que vende, o también que enfrente una demanda superior a sus reservas. Es en ese momento cuando los corredores de cambios toman un papel importante en el mercado, pues los bancos no transan entre sí directamente, sino que son los corredores los que están en la capacidad de equilibrar estos desajustes y de desempeñar un rol similar al de los bancos comerciales con respecto a los demandantes y oferentes finales de divisas.
Además, en el mercado cambiario participan los bancos centrales. De éstos depende, no sólo el tipo de cambio, sino, también el régimen o sistema cambiario, como un todo.

Sistemas cambiarios

Existen diversos modos a través de los cuales los tipos de cambios se fijan en una economía. Estos sistemas han ido evolucionando con el tiempo y entre los más conocidos están:

* Sistema de tipo de cambio fijo,
* Sistema de tipo de cambio fijo ajustable,
* Sistema de tipo de cambio flexible o libre.

a. Sistema de tipo de cambio fijo

Un sistema de tipo de cambio fijo es aquel en el cual el banco central fija la tasa de cambio de acuerdo con sus políticas y criterios. De ese modo la autoridad monetaria asume el derecho de devaluar o revaluar la moneda, según que el valor de ésta disminuya o aumente, respectivamente, con respecto a un patrón que puede ser otra moneda o, como se dio por mucho tiempo, con respecto al oro. Este sistema estuvo en vigencia por muchos años, en el transcurso de los cuales tomó distintas formas.
Hasta antes de la primera guerra mundial existía el denominado "patrón oro", consistiendo éste en que se mantenía el tipo de cambio fijo y los desajustes debían saldarse con importaciones o exportaciones de oro. Los billetes eran convertibles por oro, y los bancos centrales debían así cambiar oro por moneda y moneda por oro; además, debía haber plena libertad para el comercio internacional del mencionado metal precioso, lo que determinaba que la exportación e importación de oro fuera libre.
Este sistema del patrón oro tenía una serie de debilidades, entre las más importantes estaba que generaba problemas de inflación o deflación, pues las oscilaciones en las cantidades de oro provocaban aumentos o disminuciones sobre la oferta monetaria de los países. Además contribuía a que se dieran fuertes variaciones en los niveles de actividad económica. Luego de la segunda guerra mundial los países adoptarían un nuevo sistema, que es el del tipo de cambio ajustable.

b. Sistema de tipo de cambio fijo ajustable

En 1944 con la Conferencia de Bretton Woods, se pretendió crear un sistema monetario internacional que garantizara la estabilidad de los tipos de cambio y la cooperación internacional. Fue así como en esa ocasión se creó el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en su convenio constitutivo se establecía un sistema en el que los países se obligaban a adoptar una paridad con respecto al oro o al dólar de los Estados Unidos.
En este sistema los países debían declarar una paridad con respecto al dólar o el oro, y defender ésta a través de la venta o compra de dólares u oro. Podían variar el tipo de cambio para corregir desajustes, pero previamente debían contar con la autorización del Fondo para llevar a cabo esta medida, a la vez que el Fondo también se comprometía a colaborar a través de créditos para estabilizar el cambio de la moneda.
Con el paso del tiempo, y sobre todo a partir de 1960, empezó a acentuarse la crisis del sistema de Bretton Woods, pues las cantidades de oro que mantenía Estados Unidos empezaron a ser cada vez menores en relación con las obligaciones adquiridas, a la vez que los desajustes de balanza de pagos de éste país crecían año tras año. Esto provocó desconfianza en el sistema y se generaron fuertes movimientos especulativos.
Las mismas autoridades del Fondo se dieron cuenta de la necesidad de llevar a cabo ciertas modificaciones tendientes a la estabilización del sistema, y con ese objetivo se llevó a cabo la Primera Enmienda del Convenio Constitutivo del Fondo Monetario Internacional en julio de 1969, en la que se contemplaba la creación de un nuevo activo de reserva al que se denominó "Derechos Especiales de Giro" (DEG), independiente y complementario de la producción de oro y de la creación de divisas.
A pesar de esto, no se logró superar la desconfianza existente, y fue en 1971 que se elimina la obligación a la Reserva Federal Norteamericana de cambiar dólares por oro, y así los países se dan a la búsqueda de un nuevo sistema, y en la Segunda Enmienda del Convenio Constitutivo del FMI se da libertad a las naciones de elegir el régimen cambiario de su conveniencia, tendiendo muchas de ellas a un tipo de cambio libre.

c. Sistema de tipo de cambio flexible o libre

En un sistema de este tipo la tasa de cambio varía en función de la oferta y la demanda de divisas dentro del mercado cambiario. El banco central no fija el tipo de cambio ni interviene en ninguna manera, a la vez que tampoco se fija ningún tipo de paridad.
Así, por ejemplo, cuando por causas del mercado se requieren más pesos para adquirir un dólar, se dice que el colón se deprecia con relación al dólar, pero si, por el contrario, se necesitan menos pesos para comprar la divisa norteamericana, se dice que el colón se aprecia con relación a ésta moneda extranjera.
En la práctica, los países desarrollan lo que se llama un sistema de "flotación sucia", que es en realidad un régimen en el que las monedas flotan, pero de un modo no completamente libre, sino que las autoridades monetarias se reservan el derecho de intervenir cuando así lo consideren, básicamente con el objetivo de mantener la estabilidad o de ajustar desequilibrios. Sin embargo, los bancos centrales intervienen el mercado a través de operaciones que modifiquen las cantidades ofrecidas o demandadas de divisas, y no fijando la paridad.

Efectos en la economía

El tipo de cambio puede afectar de distintos modos algunas variables económicas de importancia, lo cual puede motivar a las autoridades económicas a tomar diferentes medidas de política cambiaria, esto en conjunción con otras medidas de política fiscal y monetaria pertinentes para conseguir los objetivos deseados. A continuación se describe brevemente cómo el tipo de cambio puede incidir sobre algunos aspectos macroeconómicos importantes.
* Importaciones y exportaciones: Cuando se deprecia la moneda nacional los precios de los bienes importados se incrementan, mientras que el precio de los productos exportados se disminuye en términos de una moneda extranjera. De este modo la devaluación aumenta la competitividad de las exportaciones, lo que de cierto modo estimula la producción interna, además de que al volverse más caras las importaciones se tenderá a sustituir bienes importados por nacionales.
* La balanza comercial: Aunque una devaluación de la moneda nacional tiende a estimular las exportaciones y a desestimular las importaciones, puede ser que inicialmente el impacto en la balanza de pagos no sea positivo sino negativo (en moneda nacional), ya que también la devaluación aumenta el precio de las importaciones y disminuye el precio de las exportaciones, lo que podría provocar que el déficit comercial se incremente. Este efecto tenderá a desaparecer, y a tener un impacto neto positivo sobre la balanza de pagos (calculada en moneda nacional), conforme las exportaciones y las importaciones respondan a la nueva política. Esto depende en parte de la elasticidad precio de las exportaciones y las importaciones.
* Los precios: Se podría decir que hay dos razones principales por las que la devaluación podría presionar al alza los precios internos. La primera es que al incentivar las exportaciones y la sustitución de bienes importados, entonces se aumenta la demanda agregada elevando el nivel general de precios. La segunda es con respecto a la proporción de insumos que son importados, lo cual genera un aumento en los costos de producción, y de ahí el aumento de precios.
* La política monetaria: Cuando se aplica una política monetaria anti-inflacionaria generalmente se elevan las tasas de interés, lo que tenderá a atraer capitales extranjeros al país y de ese modo se aumenta también la oferta de divisas, lo que hará a su vez que se aprecie la moneda nacional o que al menos se frene el ritmo de devaluación. La situación contraria se presentará cuando la política monetaria sea expansiva. Estos efectos pueden hacer que las medidas de política monetaria tomadas aumenten o disminuyan su efectividad.
* La política fiscal: Cuando, por ejemplo, se da un aumento en los impuestos, entonces el consumo y la inversión tienden a desestimularse, lo cual significa que el ingreso disminuye y también una menor demanda de dinero, lo cual podría traducirse en una menor tasa de interés y en consecuencia habrá una salida de capital extranjero o bien menores entradas de capital. Las autoridades fiscales deben entonces tomar en cuenta los distintos efectos que tienen estas medidas sobre el sistema de una economía abierta. También en ocasiones algunos gobiernos financian parte de su déficit fiscal devaluando la moneda nacional y gravando las exportaciones simultáneamente, ya que el exportador compensa el impuesto con la devaluación.

El enfoque monetario de la balanza de pagos

El enfoque monetario de la balanza de pagos sugiere un análisis de la inflación para economías pequeñas y con un alto grado de apertura. Así este planteamiento indica que un aumento en la cantidad de medios de pago superior al crecimiento de la producción, en una economía con estas características, no necesariamente genera un efecto inflacionario, sino que este aumento en la capacidad de compra se traducirá en mayores importaciones, y que entonces esas importaciones aumentarán agotando el nivel de reservas monetarias internacionales. De ese modo, mientras se disponga de suficientes reservas no habrá efecto alguno sobre el nivel general de precios, el cual sólo se alterará si no se poseen reservas.
Si en el país se cuenta con un sistema financiero suficientemente desarrollado, el exceso de liquidez generará una baja en las tasas de interés, que a su vez provocará una salida de capitales, compensándose así el incremento de la oferta monetaria.

Aspectos del mercado internacional de divisas

El mercado cambiario, como se ha dicho hasta ahora, no se limita a un lugar geográfico, es más bien un mercado internacional, pues sus participantes se mantienen constantemente comunicados a través de los medios que la tecnología ha facilitado para estos casos.
Así, el mercado de divisas tiene como principales centros a las ciudades de Nueva York, Londres, Hong Kong, Tokio, entre otros, y se mantiene activo las 24 horas del día. Los agentes de éstos y todos los centros financieros del mundo recurren a sofisticadas herramientas tecnológicas, para mantenerse en comunicación constantemente.

a.Arbitraje
Este carácter internacional del mercado cambiario permite que se dé el llamado Arbitraje. Muchas veces se da que el precio de una moneda, en términos de otra, es mayor en un lugar que en otro, de modo tal que se podría comprar ésta en donde es más barata y vendarla donde es más cara, y obtener así una ganancia. Eso es el arbitraje, que puede ser definido como la "compra y venta simultánea de monedas extranjeras en búsqueda de una ganancia" (Chacholiades, 1992, p.298).
Existen dos posibilidades para poder efectuar el arbitraje, la primera de ellas es cuando los precios de las monedas son diferentes de un centro a otro, y la segunda es cuando existen tipos de cambio inconsistentes.

b.Tipos de arbitraje
Como ya se mencionó, se pueden dar dos tipos de arbitraje, el arbitraje de dos puntos y el de tres puntos. El arbitraje de dos puntos consiste precisamente cuando las tasas de cambio difieren en dos distintos centros de cambio. Por ejemplo, si en Nueva York se tiene que se cambia USUS$1 por ¢190, y en Buenos Aires la tasa de cambio es de USUS$1 por ¢192, entonces el arbitraje consistiría en comprar dólares en Nueva York, donde son más baratos en términos de pesos, para venderlos en nuestro país y ganarse $2 por cada dólar, sin embargo pronto los precios tenderan a igualarse.
Por otro lado, el arbitraje de tres puntos es aquel en el cual se dan tipos de cambio inconsistentes, pues aunque prevalezcan los mismos precios en todos los centros financieros se da lugar al arbitraje. Si se diera, por ejemplo, que en tanto en Buenos Aires como en Nueva York se vende US$1 por $190, o US$1 por 2 marcos alemanes (DM), y el marco se vende por $100, entonces podría venderse US$1 por 2 marcos, para vender los 2 marcos por $100 cada uno y tener $200, y poder comprar otra vez el dólar original a $190 y haberse ganado $10.

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