LA POBREZA

1. Conceptos básicos sobre pobreza

Al realizar una revisión de la literatura existente sobre este tema una cosa salta a la vista: no existe una definición única y suficientemente precisa de pobreza. Incluso el concepto puede verse afectado por factores de tipo cultural, religioso y los sistemas sociales de valores. Así por ejemplo, si se dice que “pobreza significa no tener suficiente para comer, una elevada tasa de mortalidad infantil, una baja esperanza de vida, pocas oportunidades educacionales, escaso acceso al agua potable, inadecuado cuidado de la salud, inadecuadas condiciones de vivienda y poca participación en los procesos de toma de decisiones (Schubert, 1994). A pesar de que cualquiera estaría de acuerdo con que ese concepto de pobreza es bastante completo y detallado, realmente no es una definición de validez universal, ya que muchos de los términos que menciona pueden ser muy relativos dependiendo de los distintos sistemas de valores.

Pobreza absoluta y pobreza relativa

Un análisis de pobreza generalmente diferencia entre pobreza absoluta y pobreza relativa. Se habla de pobreza relativa cuando los sujetos bajo consideración son “pobres” en relación a los “otros”, los cuales deben ser claramente especificados. La pobreza absoluta se refiere exclusivamente a la situación de individuos particulares sin realizar alguna comparación entre ellos y otros. La pobreza absoluta existe cuando las condiciones de vida de los individuos poseen deficiencias en la satisfacción de necesidades físicas y socioculturales. Para don Oscar Arias (1979) “la pobreza absoluta significa analfabetismo, desnutrición, enfermedades, carencia de vivienda, altas tasas de mortalidad y reducida esperanza de vida, que impiden a quienes las sufren realizar el potencial genético que nace con ellos”. Se dice que existe pobreza absoluta primaria si las necesidades humanas físicas, expresadas en términos de nutrición, vestido y vivienda, no están garantizadas. Por otro lado, se denomina pobreza absoluta secundaria cuando existe algún tipo de “exclusión de la participación en la vida social”. Estas clasificaciones de pobreza están asociadas al concepto de “necesidades básicas”, de modo que las personas que no satisfagan un mínimo de sus necesidades básicas, materiales o inmateriales, son considerados pobres.

La pobreza absoluta y relativa puede ser considerada desde dos perspectivas:

Punto de vista

Descripción

Microeconómico

La pobreza se refiere a la situación de aquellos individuos u hogares que no satisfacen sus necesidades básicas o solo las satisfacen en un grado inadecuado

Macroeconómico

Se dice que existe pobreza cuando el promedio de los habitantes de un país, o región, vive por debajo de un nivel mínimo de subsistencia


2. Medición de la pobreza

Cuando se determina el tipo y extensión de la pobreza, tres instrumentos son de particular importancia. Estos son:

· Las líneas de pobreza que separan a los pobres de los no pobres,

· Perfiles de pobreza que brindan una descripción más detallada de las características de los pobres, y

· Los indicadores de pobreza que buscan proveer una visión general de los niveles de vida, ingreso y condiciones sociales de los pobres.

Con la ayuda de estas herramientas es posible retratar la pobreza de los individuos, de grupos o de países en un determinado momento, o bien efectuar comparaciones a lo largo del tiempo.

2.1 Medición de la pobreza absoluta

1. Criterio de subsistencia o método de las necesidades básicas insatisfechas

Este criterio “toma en cuenta situaciones de infraconsumo, desnutrición, precarias condiciones de vivienda, bajos niveles de educación, malas condiciones sanitarias” (Céspedes, 1995). Para lograr esto es necesario especificar con precisión esas necesidades básicas físicas y socioculturales de los individuos. Si la medición de la pobreza es basada en este criterio, los estándares del Banco Mundial pueden ser usados para especificar la división entre los pobres y los no pobres, los cuales consideran las siguientes necesidades materiales básicas:

· Nutrición: nutrición debería ser adecuada, balanceada e incluir un consumo mínimo de calorías por día.

· Salubridad: acceso a los servicios de salud básicos para reducir o eliminar las enfermedades más contagiosas, además de disponer de servicios de maternidad y bienestar para los niños, que asistan a la población en materia de nutrición e higiene.

· Vivienda: que existan condiciones de vivienda adecuadas para brindar protección permanente de las condiciones climáticas y otras influencias del medio.

· Agua potable: en las áreas urbanas, acceso a agua no contaminada disponible a una distancia no mayor de 200 metros. En las áreas rurales, la recolección de agua no debe demandar un tiempo excesivo.

Así si un individuo no alcanza el estándar en una o más de las variables mencionadas entonces es considerado pobre. A nivel macroeconómico se considera entonces la proporción de individuos en la población total que han sido considerados como pobres.

Los estándares mencionados son considerados como valores promedio, independientemente del país, región, cultura, familia, sexo u otras características personales, lo que da como resultado una regular guía para considerar la pobreza. Ahora bien, es posible alcanzar un razonable grado de precisión en el caso de las necesidades básicas materiales, pero no así con relación a las necesidades inmateriales, como la educación, participación política, libertades y derechos humanos, seguridad social, autoestima, condiciones de trabajo, entre otras.

Aparte de lo anterior, se presentan otras dificultades con este método pues las necesidades consideradas no tienen todas la misma importancia relativa, al igual que los indicadores que describen el grado de satisfacción de cada una de ellas. Además la determinación de los límites de subsistencia, o sea los valores mínimos para cada una de esas variables, son arbitraria también y difícil de aplicar.

En algunos países latinoamericanos se han hecho algunos estudios que procuran medir el nivel de pobreza de la población de acuerdo con este criterio. El investigador Pablo Sauma y el Instituto Nacional de Estadística y Censos, consideraron en las más recientes Encuestas de Hogares el siguiente conjunto de necesidades básicas:

1. Vivienda

1.1 Calidad de la vivienda: si el tipo de vivienda corresponde a “Tugurio” o si la menos dos de las siguientes partes de la vivienda: el piso, las paredes o el techo, están construidos con material de desecho o su estado aparente es malo.

1.2 Hacinamiento: si el número de personas en la vivienda por cada dormitorio es mayor a 3.

2. Servicios básicos

2.1 Agua potable: si el agua proviene de río, quebrada o naciente, de la lluvia o de otra fuente. En caso de la zona urbana se añade la obtenida de pozo.

2.2 Disposición de excretas: si no tiene o el sistema es diferente a alcantarillado o cloaca, tanque séptico, pozo negro o letrina.

2.3 Alumbrado: si no es eléctrico en zona urbana y si no es eléctrico o con canfín en zona rural.

3. Educación: si hay en el hogar niños y jóvenes de 7 a 15 años que no asisten a algún centro educativo en zona urbana, y de 7 a 12 años en zona rural.

4. Salud: si el jefe del hogar no tiene seguro y el ingreso per cápita del hogar es inferior al ingreso per cápita promedio.

5. Capacidad de consumo: si la razón de dependencia económica del hogar (miembros del hogar entre ocupados) es mayor a 3 y si el jefe del hogar tiene menos de sexto grado en zona urbana, o tercer grado o menos en zona rural.

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